El título puede parecer un poco raro, pero me refiero a que ahora con Maite hago las cosas que son más «fáciles». Me explico.

Que le doy fruta para merendar durante semanas y la vomita, pues le doy yogures. Vuelvo a probar al tiempo y le siguen sin gustar, pues no me como la olla y ya no le doy más. Ya comerá de mayor.

Tema ropa. Yo no llevo chandals hace millones de años y siempre decia que a ella tampoco le iba a poner, pues bien, en la práctica lleva más chándales que su padre y yo juntos en toda nuestra vida. Y cuando digo chándal me refiero a pantalón de algodón o mayas. La razón es sencilla, son más cómodos: se le ajustan a la cintura y no los pierde como los vaqueros, que aunque tengan las gomas esas en la cintura para apretar y aflojar, como la ropa de embarazada, no es lo mismo.

¿Zapatos para andar? Hace meses mi suegra le compró unos Pablosky, que deben ser los mejores. Pues sí, se los pongo, pero se los quita a cada segundo cuando está en la silleta. Así que le pongo los de inch bluea todas horas, que de momento no ha conseguido quitarselos nunca. Y es todo una ventaja, creedme. Cuando sé que va a andar o va a salir de la silleta sí se los pongo, pero si no, no. Me evito nerviosismos. 🙂

¿Qué más? Que no duerme, pues me la llevo a mi cama. Que sí, que yo no iba a hacer eso, pues también, pero que después de 9 meses durmiendo sólo dos horas seguidas no puedes más y ves que contigo en la cama duerme, pues mira ya se desacostumbrará cuando se más mayor.

Al final, lo que pienso yo; cuando no ha nacido y piensas y haces tus cávalas todos es muy bonito, tienes mucha energía y realmente, por muchas ganas que tengas de tener hij@s nunca te puedes hacer a la idea de lo que suponen y cómo vas a reaccionar, por lo que, que luego hagas lo que puedas es lo más normal del mundo. Tranquila. Siempre, siempre es lo mejor para tus hij@s.