Día a día

Escozor en el pecho

Manos 4 personas

Desde que abrí este blog, mi pecho ha dolido de muchas maneras. Primero porque tuve una casi mastitis y una perla de leche, después porque el que creía era el amor de mi vida y padre de mi hija, dejaba de serlo y ahora, porque siento un escozor grande, como si de una gran herida debajo de mi piel se tratase.

Todos los estados por los que ha pasado mi pecho, tarde o temprano los he terminado de reconocer y de asumir como propios: cuando vi la carita de mi Txikitina la primera vez: La emoción, la alegría fue tan brutal y me sentí ta maravillosamente feliz, que recuerdo cómo me dolía el pecho, y lloré, lloré en esa camilla maniatada. Cuando supe que me iba a divorciar, lloré; millones de gotitas cayeron por mis mejillas durante tiempo y después de salir del pozo negro, lloré de alegría porque fueron unos meses difíciles pero después no podían saber mejor. Y en ambos caso el pecho dejó de dolerme. Y ahora también lloro, unos días más, unos días menos, unos días sola, otras veces abrazada, pero el dolor, ese maldito escozor, no desaparece.

Hace más de 3 años, comenzaba mi nueva vida, mi nueva vida renovada, más yo, más mujer, más fuerte y sobre todo más mamá; disfrutando a tope de mi niña con todos mis sentidos. Y empecé a ser verdaderamente feliz. Primero conmigo misma, con ella y con él. Y de repente todo empezó a doler: la cabeza, los ojos, un pie, a ver borroso, a sentirme mal, a no tener energía, a querer estar metida en la cama…. hasta hoy.

Detallaros todo lo que me lleva pasando desde hace casi dos años creo que no merece la pena, solo os diré que han sido tiempos muy duros, con muchos visitas médicas, muchas pruebas invasivas y muchos dolores: dolores terribles de cabeza, pérdida de visión periférica, un campo de visión como no era antes, falta de aire, falta de energía, sudores nocturnos, pitidos en los oídos, dolores musculares, mareos y bajadas de tensión y escozor en el pecho…. y mucho desamparo. Por mi parte, porque no quieres aceptar lo que te pasa ni cómo eres ahora y por los médicos de la Seguridad Social….

Tengo dolor y tengo malestar conmigo misma porque yo no soy esta. Yo quería disfrutar de la vida que me tocaba ahora; vivir con intensidad todos los días del año y amar mucho a mi hija y a él. Y a su otra ella. Pero tengo miedo, vuelvo a estar aterrorizada…. tengo miedo a que me dejen de querer, a que yo deje de ver, o a tener tanto dolor que no pueda levantarme. A que me den de lado, a que me cueste tanto concentrarme que no pueda trabajar como siempre….Lo sé, son temores infundados por algo que realmente todavía no existe en mi o no todos los días, pero como grité cuando estaba pasando mi duelo por la cesárea, necesito sentirme así, sufrir para después aceptar. Ya hemos hablado de los miedos aquí y está claro que no será la última vez. Miedos putos, irracionales, pero que a veces no hacen más que jodernos la vida y a la vez son necesarios para caer y levantarse. Aunque solo sea unos días. Y volvemos a lo de siempre, podríamos estar peor, es lo que hay, tenemos que asumirlo y tirar para adelante. ¡Pues claro que lo haré! No tengo ninguna duda porque tengo a mi familia al lado, porque siempre me he levantado, pero necesito tener días de llorar, querer gritar y días de no querer salir de mi casa. Días de baja intensidad, aunque por dentro no deseo más que bailar a tu lado, reír, besarte y viajar a NY y a la china mandarina. Días que borraría de nuestra vida, pero que sé que me harán fuerte, y que nos harán más fuertes, a ti y a mi y a todos los de nuestro lado. Porque he pasado por situaciones jodidas y sé que las superaré y sobre todo, porque quiero vivirlas, ¡Quiero vivir con intensidad! Y pasión, con los gritos en familia, los conflictos, los abrazos nocturnos, las prisas mañaneras, las conversaciones y los brindis. Por ti, por ella, por la segunda ella y por mi. Por nosotros y los que no están. Por los que veremos mañana.

Es el post que probablemente más me ha costado de todos. Pero era eso o estallar de una manera menos agradable. Y ya vale de llorar y sentirse mal con una misma. Así que gracias por llegar hasta el final. Y si me permitís una última reflexión: a todas esas personas que acompañáis (cuidáis) a personas enfermas o con un estado de salud menos fuerte del habitual, sed fuertes pero sobre todo llorad con ellas, contarles como os sentís y cogerles de la mano y mirarle a los ojos, será la mejor forma de mostrarles que estáis al 100% con ellos. Que os tienen a vuestro lado y sentiréis que ellxs también están con vosotros. Cuando alguien «enferma» es duro para el enfermo porque tiene que asumir lo que le pasa y lidiar con los dolores/males que tiene, pero también y mucho, para el que acompaña (cuidador). Si queréis estar en el mismo equipo, todo será más fácil. Y retomo una frase que uso mucho por todos esos dolores de pecho que he vivido: el dolor entre dos, es menos dolor. (post en el que usé esa frase por primera vez). 

Hablar de temas de salud, creo que es algo peliagudo y más cuando todavía no tienes un diagnóstico. No lo entiendes tú y la gente de alrededor tuya tampoco. Y eso lo sé bien por una buena amiga. ¡Va por ti! A veces, somos crueles, crueles cuando hablamos de enfermedades y sobre todo cuando esas enfermedades no tienen un nombre conocido o aceptado.

Y bueno, a lxs que os interesante, tengo una serología positiva en Borrelia. De ahí mi #ContraLaBorrelia cuando me subo a la bici. ¿Y qué es esto? Una puta bacteria trasmitida en sus origines por las garrapatas (hoy en día por muchísimos otros insectos y animales por todo esto del cambio climático) y que te puede producir la enfermedad de Lyme. ¿El problema? Uno por lo menos, es que es una enfermedad casi desconocida en su estado crónico en la Seguridad Social de España. Que no tiene tratamiento aunque se puede mejorar. Por suerte, gracias a ALCE he podido sentirme parte de un grupo maravilloso de personas  que me están ayudando a entender lo que pasa y a iniciar este camino tan duro. Y sobre todo a darme energía para conseguir un diagnóstico certero. ¡Allá vamos!

 >> Sin vosotros nada sería posible. Lizorrague betiko! <3 <<

2 Comentarios

  • Miren

    Ánimo, Naiara.
    Y no dejes de llorar. Llora todo lo que necesites, sin vergüenzas ni tabúes. Y si quieres podemos organizar juntas una lloradera, yo de eso sé mucho (ya sabes tú por qué).
    Y qué razón tienes en la importancia del cuidador. Qué difícil cuidar, que difícil acompañar cuando alguien está sufriendo de verdad. Ánimo a ell@s también.

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