Llevo ausente de letras aquí bastante tiempo, entre el #mumsontherocks navideño y las fechas que son, no he parado ni un momento. Además, de mi nueva situación laboral.
Se me han quedado muchos post en el tintero, que quería publicar antes de que terminara el año, pero ya estamos a 31 de diciembre. :-S
Uno, sobre el mes de noviembre, que fue terrorífico en cuanto a trabajo y cómo se lo tomó Maite. Mi primer mes de autónoma y Maite no supo entender, no me extraña nada, que amatxo ahora estaba en casa, en el ordenador, pero no podía estar con ella. Porque tenía que trabajar, y vaya sí trabajé durante el mes de noviembre, más de 12 horas seguidas muchos días. La verdad que pasé muchos días solo viéndola para ir a dormir. Fue duro para ella y para mi. Muy duro, ratos muy duros. Pero como siempre, estar un segundo con ella y todo compensaba. 🙂
Cariño, amatxo ha estado trabajando mucho, mucho y te he hecho poco caso, pero era porque Ama empezaba en un nuevo trabajo, ya no tenía que ir a la oficina «del perrito cinco patas» sino que Ama ha empezado a trabajar en casa, en el cuarto del ordenador. Sí, muchas reuniones con los señores de la bodega, pero qué bonita ha quedado la web con el pajarito eh? Maite zaitut txikitina!!
También quería haber hablado sobre el post cerrando el círculo, porque se me quedaron algunas cosas por contar. A raíz de ese post, que recibió cientos y cientos de visitas (cientos de miles de gracias) quería aclarar que mi proceso de duelo, superación, fue así y no porque «las cesáreas sean tan jodidas» (que lo son, solo por el hecho de ser una cirugía mayor abdominal) sino porque yo reaccioné así. Mi cuerpo, mi espíritu, decidió tomarse la cesárea y todo lo que vino después de aquella manera; ni mejor, ni peor, así, no hay más.
Tengo amigas que han tenido cesárea y no lo han vivido así; tengo amigas con partos vaginales increíblemente duros y que para nada se han sentido mal/tristes/solas ni un microsegundo. Y tengo otras amigas, que con un parto u otro, han pasado también por una etapa dura y difícil. Cada una, cada persona, reaccionamos y vivimos cada momento como nos lo pide nuestros cuerpo, corazón y alma. Ni mejor, ni peor, simplemente como cada una necesita en ese determinado momento de nuestra vida.
Ayer, sentada, me miraba la cicatriz; y sonreía porque esa raya me recordaba a mi hija, me alegró tener ese tattoo, ese recuerdo de mi hija grabado en mi cuerpo y ya no tanto en mi cabeza. Como son las cosas…
Durante estos días, también he tenido tiempo para lanzar mi logotipo y un pantallazo en lo que en breve, espero, será mi nueva web: naiaraolague.com ¡que difícil es hacerse las cosas para uno mismo!
El año que hoy termina, aunque yo me rijo más por el calendario escolar, ha tenido cosas buenas pero también bastantes malas. Aunque siempre, siempre el ver esa sonrisa permanente en mi hija me ha ayudado a superar cada bache, a saber que las lágrimas que derramaba cada día, tenían un sentido. Sin ti, habría perdido el rumbo, me has guiado, has sido mi brújula.
Gracias por este año, porque sé que de todo se aprende y se es más fuerte. Gracias por todas las personas que me han tendido la mano cuando lo he necesitado, muchas veces, en silencio, con una mirada, un simple aliento familiar. Gracias de verdad, sin vosotros nada de lo que ha resultado 2014, hubiera sido posible.
Y ahora no queda nada más que llevar los pulmones con aire nuevo, renovador, superar estos días de comilonas y empezar el 2015 con alegría, porque sí o sí, va a ser mejor que este 2014, sin duda.
Urte berri on!! ¡¡Feliz año nuevo!! Que no os falten las risas es este nuevo año que comienza…. 🙂
P.D.: La foto es de amigo y gran profesional del diseño Joseba Lau.
2 Comentarios
María
¡¡Mucha suerte en tu nueva etapa!! Y mucho ánimo con la conciliación… a mí me gusta mucho cómo ha quedado la portada 🙂 Urte berri on!! Besos
Naiara Olague
Muchas gracias María! Veremos a ver cómo sigue esta nueva etapa, sí… 🙂 Feliz año para ti también! A disfrutar!! Un beso grande!