Hace unos años, escribía cartas a mi hija. Ahora quiero escribírtelas a ti, porque hace mucho que no estoy por aquí y siento que quiero contarte algunas cosas.  Este blog, mi querido «La Mamá de Maite» (como todavía me llama mucha gente) es mi hogar. Ese hogar al que volver para llorar, reír y sentirme bien.

Son ya 10 años de este blog, 10 años desde que la vida me cambió para siempre. 10 años que recuerdo como de otra vida. Una vida sin consciencia, inmadura y feliz. Llena de risas. Ahora afronto los casi 40, me voy adelantando aunque me quede más de un año, porque me impresionan, como me impresionaron los 35.

En estos 10 años, he llorado por mi cesárea, por haber roto la vida a mi hija (como creía que tendría que ser su vida) y por enfermar. Por estar en la cama, no poder trabajar, no poder jugar y por temer a la muerte. La muerte. Y en estos diez años, mi querida #AbuelaMaría ha fallecido y Jessi y Ander. Dos guerreros luchadores que tenían que haber ganado la batalla a la puta enfermedad de Lyme. Murieron y cada vez la muerte está más cerca de mí. Y no, no se me olvida dar las gracias y sentirme agradecida. Cada día, siempre.
Oí el otro día en la radio, que los animales son inmortales porque no saben que van a morir. Y la verdad, qué suerte. Yo no me quiero morir y sé que voy hacerlo. En estos diez años he sentido morir más de una vez por la enfermedad de Lyme y aunque ahora, creo que me cuerpo podría resistir, hay días que mi mente se empeña en mentirme y en decirme que me voy a morir. Morir o dejar de ver a mi hija. ¿Por qué se empeña tanto en hacerme daño? Intento tener otra actividad frente a todas las situaciones del día a día, no volver a tener los mismos pensamientos antiguos de hace años, pero  a veces es difícil. Y seguir llorando por la gente querida, no añuda. La pena, la culpa y la injusticia por lo que nos ha tocado vivir me llenan los ojos de lágrimas cada noche.

Libro que me está ayudando a combatir todos los pensamientos que no debería tener: Joe Dispenza, «Deja de ser tú». Es una lectura obligada si quieres crecer y vivir plenamente. 

Últimamente en Instagram, que es donde más estoy ahora (naiara_olague) no hago más que ver partos por cesáreas innecesareas, partos no respetados… y me veo a mí misma llorando por todo lo que me sucedió hace 10 años. No desde el dolor, pero sí desde la rabia por el parto robado, por no haber tenido ayuda en ese momento y haber podido entender todo lo que me pasaba. Bueno, la ayuda estuvo: aquí y en el Grupo de Cesáreas de El Parto Es Nuestro, pero ya sabes, ese otro tipo de ayuda, la que nace de tu entorno o de ti misma, desde tu propia fortaleza.

Y no soy la única. Parir, como me dijeron hace poco, es abrir la caja de pandora y veo que muchas mujeres/madre seguimos viviendo con esa mala experiencia años después. ¡Qué pena que algo tan bello pueda doler tanto!

En estos años, he crecido mucho a nivel personal, estoy recuperando la confianza en mí misma que perdí con el divorcio y me conozco mucho más. ¡Y me quiero! Y sé que todavía me falta mucho camino, pero cada día doy un pasito, pequeño y sutil pero lo doy. Últimos dos años, están siendo años de mucha consciencia, crecimiento y amor hacia mí. Y al igual que el deporte, quién me lo iba a decir, me hace muy bien. Quererse, cuidarse y mimarse es bien. Y es imprescindible para afrontar la crudeza de la vida.

Ya sabes que escribí un libro. ¡Un libro! Qué fuerte. Cuaderno de Besos. Mañana 14 de octubre presentaré en Urroz Villa, la primera villa literaria de Navarra. Bonito e impresionante. Si lees este texto, antes de las 12:00 de la mañana, de mañana sábado, verte en Amoxtli, libros con arte de Urroz (Navarra). Sería genial juntarnos después de tantos años tras las letras.

Te quiero contar algo: voy a escribir otro libro. Lo tengo muy avanzado y aunque todavía le queda mucho trabajo, espero poder lanzarlo para 2024. Vendré aquí a contártelo.

Este post, que pretendía ser algo, no sé muy bien qué, está cogiendo aire de diario y resumen de los últimos 10 años. ¡La verdad que no! Porque no estoy contando muchas cosas que me han pasado en estos diez años.

Tú que me sigues, y que seguro tú hija/o tendrá la misma edad que la mía, quiero preguntarte ¿cómo lo llevas? Por aquí ya huele a preadolescencia. Y siento que cometemos el erro de pensar que lo sabemos todo y no sabemos nada. ¿Por qué leo menos que cuándo estaba embarazada? Es una nueva etapa para la que no tengo formación. Vale, estoy leyendo, pero mucho menos. El otro día, le decía a Gorka, que tendría que organizar un encuentro de madres y padres para tener recursos para afrontar la preadolescencia, como esos eventos que montaba ¿Te acuerdas? #MumsOnTheRocks
A mí algo ayuda profesional no me vendría nada mal. Mi preadolescencia la recuerdo muy dolorosa y quiero poder acompañar a mi hija en ella.

Libros que estoy leyendo sobre esto: «De los Reyes Magos al porno» de Beatriz Izquierdo y el «El Día que me hija me llamó zorra» de Sara Desireé Ruiz.

Otro libro que te quiero recomendar que ya leí hace años y que ojalá hubiera leído en el embarazo: «Educar en el Asombro» de Catherine L’Ecuyer

Aunque la Enfermedad de Lyme ya no es el centro de mi vida, sigue ocupando el lugar que le corresponde y desde ese lugar, hablo de ella. La lucha contra el sistema sanitario español sigue, por mi parte la lucha está intenta, pese a que lleve años con Campañas de la Enfermedad de Lyme, pese a que haya perdido a dos compañeros por la desatención sanitaria que vivimos. La campaña de este año ha sido la bomba y no lo digo yo, lo han dicho decenas de médicos de todo el país: Lymetro a metro. En 2024 superaremos los 10.000 kilómetros.
En lo que concierne a Navarra, estoy esperando una respuesta por el nuevo consejero de Salud. Los días corren, veremos qué sucede. De esto sí que hablo muy a menudo en mi cuenta de Instagram.
Falta mucho mucho camino, seguimos siendo enfermos de segunda, pero mi lucha personal, continúa. Y sé que tengo compañeros/as al lado. Somos guerrerxs, estamos dolidxs, pero lo vamos a conseguir. 

¡Ah! igual no lo sabes, pero Elur, un Bichón Maltés Toy vino a nuestra vida hace 3 años. ¡Quién y yo! Y vino por mí y para mí.

He pasado un año con muchos altibajos en lo que corresponde a mi trabajo. Dudas de por dónde seguir, qué más hacer… sentir que no era aquí. Pero como siempre, la vida, te da respuestas. Llegué a la conclusión que lo que de verdad más me llenaba / me llena es «AYUDAR» y es lo que más hago en mi día a día. Pero como ganar dinero es algo obligatorio, he focalizado el ayudar en educar y quiero centrarme en dar muchos cursos de formación. Ahora mismo estoy dando a conocer uno para las familias «Usos responsable de pantallas y redes sociales». 

Ver verde y azul en un mismo lugar, al mismo tiempo, creo que es lo que más me gusta del mundo, después de besar los mofletes de mi hija y oler a Gorka.

Sigo disfrutando de esos pequeños placeres de la vida, cada día, cada segundo. Con la consciencia puesta en cada segundo (o intentándolo, por lo menos).

10 años de una vida reconstruida, más yo, más consciente y plena.  A por otra reconstrucción de esta vida para sentirme aún mejor. 

Creo que seguiré por aquí, no sé si 10 años pero volveré, porque La Mamá de Maite, sigue siendo mi hogar. Mi sitio para llorar, reír y ayudar/ayudarme.

Mila esker bihotzez. <3