Y llegó el día.
Pasamos la noche como pudimos y al día siguiente sin desayunar me bajaron a paritorios.
Me puse orquillas en el flequillo, me lave los dientes y me intenté adecentar como pude entre contracción y contracción.
Recuerdo que durante el día 15 se me pusieron los labios rojos rojos e hinchados, bonitos la verdad. Ya tenía cara de parturienta. 🙂
Y aunque hoy, un año después voy a celebrar su cumple dentro de media hora, no tengo la sensación de cumple, porque Maite no nació hasta las 22.42 por lo que todavía no estaba conmigo.
Sé que es raro, pero tengo la sensación de que como todavía no nació, no puedo «celebrarlo». Ahora entiendo perfectamente a las madres cuando dicen: «todavía no habías nacido eh?»