Ahora que llevo meses comiendo sano, llevo pensando tiempo que necesito cuidar también todos los cosméticos que uso. Seguramente antes también lo pensaría, aunque de forma menos habitual, pero ahora me parece un paso obligatorio. Eso sí, como todo, poco a poco, por dos motivos principalmente:
- El coste de los productos ecológicos, biológicos, cueltry free, naturales, etc. son más caros
- Si algo funciona, es difícil quitar esa costumbre.
Comer sano me costó bastante, porque aunque lo he tenido relativamente fácil porque Elena Corrales me daba los menús hechos con la elaboración bien descrita (no me gusta la palabra dieta porque siempre se entiendo con adelgazar) no había comido nunca ese tipo de alimentos y mis dotes culinarias eran muy escasas, por no decir nulas. Así que ha sido doble tarea; hacerme a los sabores (y perder los recuerdos que tenía asociaciones a ciertos alimentos) y aprender a cocinar. Todo ello siendo consciente de lo que como y de cómo lo cocino. Y esa consciencia me parece vital, ser consciente de lo que hacemos y de lo que no. En el día a día, vamos a toda velocidad, tenemos rutinas adquiridas y hacemos las cosas de forma automática. Así que durante este proceso de curación a través de los alimentos he aprendido también a ser consciente de lo que llevaba a mi boca (para mi y para mi familia) y de la importancia de los alimentos. Somos lo que comemos.
Mis años de universidad, en los que pese a tener una madre que me había alimentado siempre bien y variado y me insistía en aprender a cocinar, fueron un bache grande de malos hábitos. De comer sin saber y de cocinar lo mínimo. Guiarme por lo que me apetecía. Y sin ser tan dramático como parece, ya que no me alimentaba de comida basura, sí lo hacía de; pechugas, pasta y poco más. Y al seguir la independencia, seguí con hábitos similares, aunque de vez en cuando abriese un bote de garbanzos o pusiera más esmero en pelar las alubias verdes. Cocinar no me ha gustado nunca (ahora algo más) pero lo peor es que no le ponía nada de cariño. Y eso es vital, ¿No os parece?
Todavía me falta muchísimo por aprender en cuanto a alimentación se refiere (y del resto de cosas, of course) pero ya sé más que hace 6 meses. Y lo bueno, es que sigo con ganas de seguir aprendiendo. Y hasta me atrevo a daros algunos consejos:
- Reducir el consumo de carne
- Eliminar el consumo de lácteos
- Eliminar o reducir el consumo de gluten
- Eliminar lo blanco: pasta, arroz, harina, azúcar, etc. Sustituirlo por integral, por ejemplo.
- Cocinar más al vapor
- Escuchar a tu cuerpo. Este es el más importante, ser consciente de qué alimentos os gustan en el paladar, pero nos hacen mal en la tripa.
Por ejemplo, apenas como fruta. No me ha gustado nunca y siempre comía una pieza al día obligada. Ahora sé que tengo intolerancia a la fructosa. Así que ahora, si como una pieza de fruta, intento que no sea de esas dulces que sí me gustan y que si lo hago, sea porque me apetece en ese momento. Los lácteos, me han sentando regular siempre (mi madre dice que desde pequeña) pero nunca he dicho que no a un súper café con leche o un yogur. Eso sí, ha sido probar a dejar de tomar y sentirme mucho mejor. Y sobre todo, y lo más importante, cada uno somos un mundo y aunque podemos leer mucho acerca de «normas/hábitos generales» (los mismos que te he dicho yo unas líneas antes), hazte caso y escucha tu cuerpo. Pero si te apetece empezar con algo, hazlo dejando a un lado los ingredientes blancos, creo que son veneno.
Respecto a los cosméticos, que es porque he empezado a escribir este post, llevaba tiempo dándole vueltas, porque sí que había leído bastante sobre los parabenos, las siliconas y todo eso, pero sin reparar demasiado. Ahora que tengo la consciencia de que quiero evitar toda la contaminación para mi cuerpo que esté en mi mano (hay mucha que no puedo controlar), me he puesto a buscar marcas de productos que sean 100% naturales. Hace unos meses pregunté en Instragram y varias me mencionasteis productos que ya conocías y de los cuales también os voy a hablar. La pena de este artículo es que no he podido probar todos los productos, así que me estoy guiando por la etiqueta de los mismos. Sé que no es lo mismo, pero no he tenido la suerte de que las marcas me los envíen para probar, ojalá. Eso sí, os contaré en cuanto pruebe alguno.
Un tema importante, además de la consciencia, es que mi cuerpo está enfermo. Y si bien, a una persona sana los tóxicos como por ejemplo los parabenos, a priori, no le deberían hacer daño (están catalogados como no tóxicos) a una persona con el cuerpo enfermo, todas esas cosas le pueden causar mayor daño. Está claro que no hay que esperar a estar enfermo para cuidarse, pero la realidad es que hasta que no tenemos un aviso «grande» muchas veces no actuamos.
Algo que ya sabemos todas: Los parabenos
Los parabenos son un grupo de 6 conservantes y contienen metanol, etano o propanol. En muchos alimentos naturales existen, el problema viene cuando son sintéticos que son los que nos podemos encontrar en los productos de belleza (cosméticos, cremas, geles, pasta de dientes, etc.). En 2004, en tejido cancerígeno se descubrió que había grandes cantidades de parabenos y de ahí que saltaran las alarmas. ¿Os acordáis? Aunque no está claro si son realmente tóxicos o no, lo que sí se cree es que los parabenos que absorbemos a través de la piel los eliminamos peor del cuerpo.
Así que al igual de los parabenos, el resto de aditivos como conservantes, colorantes, saborizantes, antioxidantes, emulsionantes, edulcorantes, espesantes, etc. Mejor lejos.
Y también antentas a esta palabra: Metilisotiazolinona. Se empezó a incluir en los productos para sustituir a los parabenos, pero son igual de dañinos o más.
Primera premisa: productos «Parabens free».
Sin siliconas
Ahora les toca el turno a las siliconas. Seguro que ya sabéis que están en champús, acondicionadores, en productos para la piel y en otro tipo de productos también. En el caso del pelo por ejemplo, recubren la fibra capilar del pelo facilitando el cepillado o evitando el encrespamiento.
En el caso de la piel, las siliconas consiguen dar un mejor aspecto; rellenan arrugas y poros, suavizan la piel, etc.
Y todo lo que consiguen las siliconas, lo hacen de una manera artificial, dañando nuestro cabello o no dejando respirar a nuestra piel. En el caso de usar siliconas, es aconsejable que sean siliconas hidrosolubles, que están formuladas con agua y después con tratamientos específicos de limpiezas e hidratación conseguiremos retirarlas del todo. Eso sí, si podemos, mejor evitar.
Aquí os dejo un vídeo de Make Up decor donde hablan largo y tendido sobre las siliconas, que es muy interesante, por si queréis aprender más.
Segunda premisa: productos sin siliconas.
Los Sulfatos: SLS o SLES
Son los responsables de la espuma en los productos cuando éstos entran en contacto con el agua. Es una sustancia muy económica que extrae la grasa de nuestra piel y cuerpo y la elimina rápidamente. El problema es, que además de eso, hace otras muchas cosas nocivas, como destruir los lípidos naturales que genera nuestra piel (de ahí que cause irritación) o incluso, contaminar la fauna marina.
El Sodium Laureth Sulfate también se ha empezado a incorporar a los productos porque tienen menos sustancias abrasivas para la piel, pero el problema es que en su síntesis puede producirse 1-4 dioxano. Esta sustancia resulta carcinogénica y además no puede ser metabolizado por el hígado. Vale, la cantidad que puede tener un champú es 6.000 menor a lo que haría falta para que fuese dañina, pero ¿Cuántas veces nos lavamos el pelo durante toda nuestra vida? Pues eso, mejor evitarlos.
Fijaos también que además de no tener sulfatos, no tenga PEGs, que son muy similares.
Tercera premisa: productos sin sulfatos.
Alcohol, Colores sintéticos y fragancia o perfume
Además de los 3 anteriores que son los más conocidos, no deberemos olvidar estos tres siguientes: Alcohol, colores sintéticos y fragancia o perfume.
Así que resumiendo, deberíamos usar champús, geles y productos cosméticos que no contengan:
- Parabenos
- Siliconas
- Sulfatos
- Alcohol
- Colores sintéticos
- Fragancia o perfume
Hay muchísimos otras sustancias que deberíamos evitar, en casa tenemos un champú que está libre de 10 sustancias tóxicas, pero creo que si empezamos (y hablo por mi ) con estas 6, habremos dado un paso muy grande.
Y claro, después de todo esto, ¿Qué? Hay alternativa, don`t worry. Los productos naturales. Hay muchísimas marcas, cada vez más, pero yo os hablaré de las que según los ingredientes que he leído, cumplen el no tener estas 6 sustancias tóxicas:
Weleda
La marca por excelencia. Lleva desde 1921, así que en ese camino, ha tenido mucho tiempo de hacer las cosas mal y por supuesto, de hacerlas bien y seguir mejorando. Todos sus productos son naturales 100% y biológicos en un 80%. No tienen ningún producto derivado del petróleo y 0% de productos con parabenos, conservantes y perfumes sintéticos. Sus productos por tanto sí contienen alcohol, aunque solo en un 6% y los sulfatos, son de origen natural a partir del azúcar y el coco.
Cocunat
Una marca que descubrí gracias a la publicidad basada en intereses y que me tiene atrapada por su marketing. (Lo sé, soy consciente). Puede que no tenga tanta experiencia como Wedela, pero en principio (y lo digo así porque es lo que leo en su web), todos sus productos son de origen natural y están libres de tóxicos. Es la única marca que he encontrado que menciona esa lista interminable que yo tengo apuntada (y que el champú de casa tiene 10) y que no es he detallado porque es complicadísima: paragenos, siliconas, sulfatos, DEAS, MEAS, Formaldeidos, derivados del petróleo, aftalatos, nitrosaminas, etc. Según ellos mismos, son la única marca Toxic Free de verdad.
Creo que lo único que le falta es que tengan champús sólidos, que son los menos contaminantes.
Lush
Otra marca que por la publicidad no pagada que hace Alma Obregon en su Instagram. Me descubrió la marca y me encantó; los productos sólidos, la web, los colores, las bombas de agua, todo.
¡Tuve la suerte de ver mi primera tienda en Bruselas en el último viaje y hasta me emocioné! Pero eso sí, y centrándonos en lo importante, sus productos sí usan Sulfatos. Sobre todo los SLES, que ya hemos comentado anteriormente la peligrosidad de los mismos.
Así que aunque está en esta lista, y no usa algunas sustancias, sería descartable. Eso sí, los jabones sólidos son todo un acierto porque contaminan muchísimo menos.
Matarrania
También he visto últimamente mucho la marca Matarrania, que según leo en su web, son productos totalmente naturales como ingrediente principal el aceite de oliva virgen extra. Por lo que deduzco, que está libre de toxinas, pero me gustaría poder leerlo claramente.
No me da mucha información, por lo que me surgen dudas.
Naturalmente Mediterraneo
Una marca que conozco hace tiempo porque mi amiga Mila la tienen en su centro Ultreia, y que aunque he probado poquísimo (solo probé un exfoliante) no me gustó mucho. Pero creo que se merece una segunda oportunidad, así que ya os contaré.
Ya veis que mi ranking se basa en opiniones de marcas que están presentes en mi vida desde hace mucho tiempo, como puede ser Weleda, Timotei o Klorane (de las que no he hablado pero que en mi casa han estado siempre y no contienen seguro los 3 primeros ingredientes) o de marcas que trabajaban bien su comunicación online y branding. Así que la respuesta lógica para elegirlos sería las marcas típicas que llevo viendo en la farmacia de debajo de mi casa toda la vida, ¿verdad? Creo que en esta primera incursión a lo natural me decantaré por Cocunat, por lo menos para probar. Sé que me va a costar hacerme al champú de pelo (el que tengo ahora me gusta cómo me lo deja) y a una buena crema, pero ya os iré contando. Ahora la duda es si me lanzo a comprarme un bote entero o pruebo con las muestras.
Creo que uno de los handicaps que hay en este tipo de productos es ese, que si los que tenemos en casa nos encantan, y nos dejan bien el pelo y la piel, es difícil cambiar y comprar algo que después igual no nos deja el pelo o piel como queríamos. Además de que ponerte a investigar sin conocer o sin tener opiniones es difícil y cansado (hay que leer muchas etiquetas) pero que espero que con estas 6 sustancias básicas os ayude un poco.
Y por supuesto, me gustaría saber vuestra opinión, conocer más productos, marcas, etc. ¡Soy toda oídos!