Y después de más de tres meses me llamaron para recoger la historia clínica de Maite y la mia.

Nada más ternela en mi mano, abrí el sobre de ella y empecé a leer todo, con ansía de saber y calmar sentimientos internos. Los documentos que están escritos a mano no se entienden, entre el tipo de letra y las palabras técnicas, me quedé como si no hubiera leído nada, pero si que es verdad que la sensación fue diferente. Ha sido un paso más, para cerrar una puertita. Y me alegro de haberlo hecho.

Me he dado cuenta también que tener la historia clínica de la cría es algo muy bonito, porque están todos los registros del día del parto y todas las cositas. Así que os animo a pedirla también como un bonito recuerdo de ese día. (Aquí os conté la primera partey aquí podéis leer la segunda parte ).

Ahora estoy pensando consultar con alguna matrona, para que me descifren alguna cosilla…yo creo que se prestarán a leer el informe, siendo mi objetivo puramente informativo. Básicamente quiero saber dos cosas: por qué en el informe de alta que me dieron a mi pone que a Maite le pusieron oxígeno al nacer (si todo en teoríaestaba bien) y si pone algún motivo real de la cesárea. O más bien que me digan si eso de «no se puede encajar más porque tiene la cabeza muy grande» es verdad o no. Son los dos motivos principales que me llevaron a pedir la historia clínica y que como todavía no tengo resueltos, siguen rondándome en la cabeza. Ya os contaré qué hago finalmente, porque aunque quiero saberlo, como es algo que remueve por dentro, siempre tiendo a dejarlo de lado.

Por cierto, feliz día del trabajador@!!!