Hemos empezado el año fuerte; entre los reyes magos, mi cumpleaños, ya soy treintañera (lo sé, seguro que el año que viene cuando cumpla 31 no me hará tanta gracia decirlo) y el cumple de la pequeña Maite, que el viernes 16 cumplió 2 añitos y prácticamente hemos estado hasta hoy celebrándolo, casi casi se pasa el mes y ni me entero.

Tengo muchos post pendientes antes que este, como siempre, pero a raíz de un comentario en un grupo de mamás de facebook en el que pedían opinión de silletas paraguas, he decidido adelantar este post sobre mi experiencia con la silletas. He tenido dos: una bugaboo y una maclaren quest.

La compra de la silleta, es una compra muy importante, básicamente porque el desembolso es grande y quieres que ya que te vas a gastar bastante pasta, aciertes con la compra. Nosotros dimos mil y una vueltas a la decisión y finalmente, nos decidimos por la bugaboo cameleon 3, que era en ese momento, cuando la compramos, la más nueva de esta marca.

Justo esta y en esta combinación de colores:
(las fundas de color se pueden cambiar, así que no era problema por si el segundo era un niño)

Recuerdo a ver estado mirando por internet opiniones y haber ido a varias tiendas de Pamplona con mucho tiempo, para ver, probar y sobre todo pensar en los precios. Y recuerdo también, que antes de saber nada sobre silletas, pensaba que la bugaboo era de la marca Samsonite. Se me había metido el logo de las maletas samsonite en la cabeza y pensaba que el que veía en todas las silletas era éste y no el de la bugaboo. Evidentemente, no conocía la marca bugaboo.

Lo sé, no se parecen… 😉

El tema es que después de ver y probar varias silletas, sobre todo nos decantábamos por la Jané y la bugaboo, decidimos preguntar a una chica de la calle a ver por qué se había comprado la bugaboo: teníamos muchas dudas, ya que aunque sí que veíamos algunas diferencias interesantes respecto a otros modelos, sobre todo el tema del peso, no entendíamos como media Pamplona podía tener una silleta de más de 1.000 euros. La chica, tan amable, nos dijo que sin ninguna duda nos la compráramos; que había sido la mejor compra que había hecho jamás. Ligera para llevar, poco peso, estéticamente bonita, bolso grande, etc. Al final, nos la compramos, mejor dicho, mis padres nos la compraron. (Os aconsejo, que las compras grandes intentéis que os las regalen; la silleta, las cremas y jabones para cuando sean bebés – las de farmacia, Sebamed, por ejemplo- , los altavoces para oírles, etc.)

La compra total, la sillleta (capazo+silleta) con el grupo 0 y los adaptarores para el chasis de la bugabooo nos costaron al rededor de los 1.200 euros, un precio más que elevado para el resultado que finalmente nos ha dado. Y eso, que vaya por delante, que he estado encantada con la silleta. Al principio no me convencía mucho porque la veía muy baja, que el bebé iba a estar muy bajo y que el capazo era muy estrecho y largo, pero bueno, es una pequeñez, aunque real, de la que al final te acostumbras.

Otro tema importante, que quiero destacar antes de seguir, es cuando comprar la silleta. Nosotros la compramos con tiempo, que es lo que te aconsejan, pero la registramos en la web de bugaboo España también casi al momento de comprarla y eso suposo que la garantía empezara a contar desde unos meses antes si quiera de que empezáramos a usarla. Es decir, la garantía ya estaba en la cuenta atrás y Maite todavía no había nacido. Error. Así que registrar la silleta, si es que tenéis que hacerlo, cuanto más tarde mejor. 

Resultó, que el chasis de nuestra silleta, la estructura, un día, cuando la abría después de sacarla del coche, no se me sujetaba. Al ponerla en la posición habitual, no se sujetaba. Así, de repente, en un momento. La llevamos a la tienda donde la habíamos comprado y ¡sorpresa! la garantía de 2 años hacía unos meses que se había caducado y ¡eso que Maite todavía no había cumplido los dos años! Mi silleta de más de mil euros, no tenía ni dos años y ya se me había roto y encima no tenía arreglo. Tenía que comprar otro chasis y la broma eran 300 euros. No me quedé de brazos cruzados y decidí llamar a Bugaboo España. Y aunque me esperaba una llamada inútil, me sorprendí gratamente. La chica que me atendió fue majísima y después de explicarle el problema me pidió que le enviará un email respondiendo a unas preguntas sobre el uso que había hecho de la silleta y adjuntará alguna foto. Por lo visto, debía ser un error de fábrica, que consiste en que el chasis no se sujeta (y no puedes poner la silleta ni el capazo) y se tuerce para un lado. Y justo la mía tenía eso. Gracias a que tuviera ese error, me la cambiaban sin ningún coste. Y creo también, por lo que me dijo, que incluso si no hubiera sido ese fallo en concreto, por ser un tema de chasis tendría 1 año más de garantía, es decir, 3.
Cierto es que me hubiera gustado que en la tienda me hubieran dicho lo del año extra de la garantía porque me hubiera ahorrado un buen disgusto. 

Este es el error que presenta la silleta. Esta es la foto que me enviaron desde Bugaboo España para que la reprodujera con mi silleta y le hiciera una foto.  (Por cierto, comentar que hay vídeos en youtube de cómo arreglar este problema y casi casi ya nos habíamos puesto a ello)

Total, que después de todas las navidades, creo que el chasis se quedó a pasar la nochebuena, nochevieja y todas las fiestas que encontró por el camino en casa del transportista, llegó a Pamplona, casi un mes después. Evidentemente, mientras teníamos que hacer algo y como ya lo teníamos en mente, adelantamos la compra de una silleta de paraguas. 

En esta ocasión que el desembolso iba a ser menor sí o sí, no queríamos gastarnos dinero (aunque también nos lo regalaba la suegra), estábamos más perdidos. Leí varios post súper interesantes en Mamis y bebes, pero resultó que modelos que quería ver no los tenían disponibles, así que nos decantamos por la Maclaren Quest. En esta ocasión, casi casi los mismo argumentos: es la silleta, marca, que más se ve por la calle, las características nos gustaban, el precio nos encajaba y la necesitábamos ya (en la otra ocasión, esta necesidad no existía.) Aunque ya os digo, que me quedé con ganas de probar alguna Cybex.

Pero esta silleta no me gusta; y no porque sea Maclaren, creo que cualquier otra de este estilo, no me termina de convencer.

Me gusta:

• El plástico de la lluvia: ligero, súper fácil de poner y seguro que no se me rompe como el de la bugaboo porque no va tan tirante.
• El plegado: súper fácil de plegar y cómodo.
• Ligera: el peso. Evidentemente nada que ver con la bugaboo, aunque la bugaboo dentro de las silletas de tres piezas es la más ligera del mercado, o de las más.
• La capota: mola; es fácil de poner y práctica. A Maite le encanta que se la ponga.
• Bajar de las villavesas (autobús urbano) es fácil. Casi mejor que con la bugaboo y mira que los conductores del transporte urbano lo ponen siempre imposible.

No me gusta:

• El freno: no frena tanto como la bugaboo. Y supongo que será en todas estas silletas igual, no por ser este modelo. Más de una vez se me ha saltado el freno.
• No hemos comprado saco oficial de Maclaren porque casi no había variedad y compramos uno en Amazon y no sé si es por esto o por qué, pero los tirantes le quedan a la cría súper apretados y el saco asomaba por debajo del plástico. Le hemos tenido que poner unos apaños con lazos, para sujetar el saco más a la estructura de la silleta y que no se moviera tanto. Así ahora no se moja si llueve la parte de abajo.
• No se puede llevar con una mano, a no ser que seas Perurena. (es una expresión que en mi familia usamos mucho)
• Es durísima para levantarla y subir escalones o mini trabas en la acera. En cuanto hay un obstáculo se queda enganchada; con la bugaboo yo iba como Pedro por mi casa, pasaba siempre, hubiera lo que hubiera. jajaj 🙂

Evidentemente, los «no me gustan» son típicos de estas silletas (la mayoría); el tema es que yo la estoy comparando todo el rato con la bugaboo que evidentemente no tienen nada que ver. Pero sobre todo, me pregunto, ¿por qué decidimos comprarnos esta silleta? ¿por qué la mayoría de la gente decide pasarse de una silleta de tres piezas a una de estas?

Tengo algunos argumentos a favor claro está, pero sí que es verdad, que con la bugaboo estaba muy contenta, a excepción de algunas cosas como por ejemplo: la sombrilla que no hace su función, el plástico de lluvia que queda muy tirante y se termina rompiendo o que a veces al colocar el asiento en el chasis no encajaba a la primera bien. ¡¡Y sobre todo que no me durará ni dos años!!

Evidentemente es una compra difícil, que hay que pensar, pero que sobre todo, es una decisión que se toma en base a unas características concretas del momento de compra:

• nos importa que pese o que sea más ligera,
• qué tipo de coche tenemos para tener en cuenta el plegado de la silleta, o
• de cuánto dinero disponemos en ese momento. 

Espero que os haya ayudado mi experiencia pero sobre todo, tranquilxs, ¡¡seguro que acertáis con la compra!! Siempre, cuando algo no nos convence, terminamos acostumbrándonos y termina encajándonos. 🙂