Hacía mucho tiempo que tenía ganas de hacerlo, pero nunca encontraba el momento. Hacía mucho que pensaba en ello, pero no terminaba de dar el paso. Y al final, como muchas otras cosas de la maternidad, ha surgido en el momento menos esperado; sin pensarlo mucho. Y ha sido genial.
El 16 de enero hará dos años que nació Maite, dos años ya, de que mi princesa llegara y me llenara de amor. Pero también, hace casi dos años, que empecé una cruzada, muchas veces sola, para intentar entender todo lo que pasó el día del parto y por qué reaccioné de la manera que lo hice. Durante este tiempo he intentado buscar la respuesta en muchos sitios; en internet, en El Parto es Nuestro (donde encontré un apoyo increíble), en mi pareja, en mis padres, en amigas sin hijos, en amigos, en terapia, en amigas con hijos, en Maite y finalmente en mi. Y me ha costado y puede que todavía la herida esté cicatrizando, pero puedo decir que el círculo está cerrado.
Ya sabéis, porque lo conté en el blog, que pedí el historial clínico de Maite y el mío, desde el día 14 de enero de 2013, que fue el día en el que ingresé, hasta el día que salimos del hospital. Y después de varios meses lo recibí: os lo conté en la Parte I, Parte II y Parte III.
Cuando me lo dieron, recuerdo que lo intenté leer en el coche. Muchos papeles, letra que no conseguía entender y términos raros. Mi ansiedad fue en aumento. Yo quería saber, averiguar… sobre todo necesitaba calmar esa alarma que tenía constantemente encendida dede aquel día, de si yo hubiera podido hacer algo más para evitar la cesárea y si mi hija había sufrido. No conseguí descifrar nada y metí los dos informes en un cajón. Volvería a sacarlos cuando estuviera preparada; preparada para volver a revivir el parto de la mano de una profesional que me lo explicará. Susana de Mamis&Bebis, después de leer un post donde comentaba que algún día pediría ayuda, me tendió su mano. He de decir, que Matrona Online también lo hizo, y le consulté el tema del oxígeno con un apgar de 8 y de 10, pero cierto es que necesitaba alguien que me mirara a los ojos y me animara con la mirada cuando me derrumbase. Y Susana me ha ayudado en todos los sentidos. Mil gracias de corazón.
Quedamos un día para trueque de favores; yo le ayudaría con algunos temas de marketing y ella me ayudaría a comprender todo lo que pasó desde que ingresé en el hospital hasta que Maite nació el 16 de enero a las 22:42. Evidentemente, todo lo que he recibido de ella no se puede comparar a lo que le he dado yo, pero aun así, este tipo de «trueques» me parecen fascinantes.
Después de relatarle el ingreso y posterior parto, le tendí el historial clínico de las dos y me dijo que lo miraría con calma y lo analizaría. Después, me diría, según su opinión porque el parto había terminado en cesárea. Podía ser, que la cesárea «fuera con razón», es decir, que Maite tuviera la cabeza mal colocada y después de tantas horas sin ningún cambio tuviéramos que ir a cesárea sí o sí. Pero también podría ser, que la cesárea hubiera sido una consecuencia de todos los elementos externos que pusieron en mi camino.
Cuando hoy, me ha relatado, que la cabeza de Maite estaba bien colocada, aunque sí demasiado alta, no me he sentido aliviada. Al principio pensé, que si Maite «tuviera la culpa» porque su cabeza estaba mal colocada me sentiría bien, pero no. Y no es que me haya sentido mal, es que no me ha importado. Me ha explicado que puede que por las contracciones provocadas por la oxitocina, que no funcionan igual que las contracciones naturales, Maite no bajara la cabeza, aunque no se puede saber a ciencia cierta.
Según su opinión profesional, la cesárea pudo ser por un cúmulo de agentes externos; rotura de bolsa, oxitocina, epidural y ausencia de tiempo para mi y para mi cuerpo cuando me bajaron a paritorios. Evidentemente, no sabemos qué hubiera pasado si no hubieran actuado así. Tal vez, antes de romperme la bolsa, que ya tenía el cuello del útero borrado y estaba de 3-4 centímetros, si me hubieran dejado andar, estar en la pelota o darme un baño de agua caliente, hubiera podido tener un parto vaginal, pero es un tal vez. Y no me atormenta, puede que aún así, hubiera terminado en cesárea. Y de verdad os digo que no me ha importado oírlo.
Después del día de hoy no me importa si al final la consecuencia hubiera sido una cesárea, porque sé, gracias a ella, que mi cuerpo estuvo de parto. Que el rato que me dejaron sin propess mi cuerpo supo ponerse de parto y «que lo hice bien». Que Maite y yo trabajos juntas durante la noche del 15 al 16. Para mi era vital saber qué paso durante esa noche. No paraba de «machacarme» con esa noche, que la pasé tumbada en la cama de la planta dos con otras dos compañeras (que no estaban de parto), vomitando y respirando por el dolor de las contracciones. Sin una visita de ningún profesional, ni consuelo, ni calma para mi miedo. Sin duda, mi pareja me brindó todo el apoyo que pudo y supo.
Ya lo he contado más de un día, pensaba que esa noche, pese a estar «mal» (con vómitos y contracciones) tendría que haber sacado fuerzas de donde fuera y tendría que haber subido escaleras para acelerar el parto, andar por el pasillo a las 3 de la madrugada o pedirle a mi chico que me acompañara a darme una ducha. Pero no hizo falta; porque nosotras dos, en la cama, respirando y agarradas al borde de la cama, supimos trabajar al unísono y estuve de parto. Mi cuerpo fue capaz de prepararse para su llegada. Así que eso que tanto había pensado de que lo había hecho mal, no había sido así, mi cuerpo decidió tumbarse y fue una decisión acertada, porque escuché lo que mi cuerpo pedía.
Me quitaron el propess a las 20:30 de la tarde del día 15 y hasta las 9:00 de la mañana del día 16 que me bajaron a paritorios, pese » a estar en la cama», ella y yo, logramos, que el cuello del útero se me borrase del todo y bajar de 3-4 centímetros.
La cesárea nos salvó de una maratón interminable; 50 horas de contracciones, 13 horas de rotura de bolsa, 11 horas de oxitocina.
Me siento bien y aliviada. Puede que sea agarrarme a algo para terminar de superarlo, pero me da igual. Esta cruzada personal termina aquí. Ahora, la lucha es otra.
La información es comprensión. La información es poder de decisión.
Post Data:
1. Pese a tener una historia clínica interminable, Susana que en Suecia donde ella ejerce como Matrona no son tan extensas, me ha dicho que no ha encontrado dos datos importantes: cuánta sangre perdí en el parto (me quedé con muchísima anemia) y cuánta oxitocina me pusieron. Otro aspecto pues a trabajar por parte de los profesionales en este caso, historias clínicas no tan extensa y si más prácticas.
2. Los valores que indican que Maite no sufrió en ningún momento son claros y eso me ha aliviado mucho (ph arteria 7,31. Vena 7,35) pese enterarme con el diagráma que me ha hecho Susana que le hicieron la prueba de cogerle el látido en el cabeza (FCF interna por pérdida de foco.)
3. Antes del día de hoy, también he de decir, y que escribiré sobre ello, que he llegado a la conclusión, después de mucho análisis personal y de vivir otras experiencias de amigas mamás, de que sí, que yo me tomé de forma muy radical todo mi parto y en consecuencia el primer año de vida de Maite y mi primer año de vida como Madre. Pero no lo hice aposta, surgió así, así reaccioné, y ha sido he vivido estos dos primeros años de maternidad. De todo se aprende y estoy convencida de que esto ya estoy aprendiendo mucho.
16 Comentarios
Idoia
Qué bonito, Naiara. Me alegro mucho de que hayas encontrado el apoyo de Susana para cerrar viejas heridas y que esto sirva para terminar el capítulo de la cesárea. Nunca sabemos cómo nos va a afectar el parto, es una experiencia tan brutal que te remieve completamente. Un beso enorme y me alegro mucho por ti.
Naiara Olague
Sin duda, una experiencia brutal que deja una huella en nuestra alma para toda la vida. Y hasta que no se vive, no te puedes hacer a la idea. Muchas gracias. Un beso!
María
Qué bonito, qué real, qué certero. La huella que el embarazo y el parto dejan en nosotras es imborrable, y entenderlo, aceptarlo y tener la fuerza que has tenido para descifrar tantos datos y sacar a la luz la enorme capacidad de empoderamiento que juntas, Maite y tú, tuvisteis durante tantas horas, es remarcable!
Naiara Olague
Muchísimas gracias Maria!! Me ha costado mucho mucho, pero estoy muy contenta. Y de verdad te digo que hoy me he levantado diferente. Un abrazo
Matronaonline
Naiara qué gran noticia. Me alegro enormemente de que hayas cerrado este círculo, seguramente cuando pase un tiempo y lo veas un poco más desde «la lejanía», tomes consciencia de lo importante de este paso. A menudo las mujeres no se hacen preguntas y no ven círculos que cerrar, no necesitan respuestas (generalmente ocurre en mujeres poco informadas o en mujeres que han tenido su parto soñado) y otras veces el círculo no sólo no se cierra, sino que, como una bola de nieve, se va agrandando.
Jugamos con una desventaja inmensa en estos casos y es que no hay manera de poder saber cómo habría sido la situación si… si no se hubiera puesto oxitocina, si no se hubiera restringido el movimiento, si no se hubiera puesto epidural, si no se hubiera inducido tan pronto, si no se hubiera ido a un u otro hospital… Lo hecho, hecho está y cualquier situación diferente que comience con un «y si…» no es más que un caso hipotético. Corremos el riesgo, además, de si no estamos satisfechas con cómo se desarrolló todo, plantear esas hipótesis con un resultado mucho más satisfactorio y deseado que el que obtuvimos, con lo cual vivenciamos con mucha más negatividad lo sucedido, por pura comparación, nos va produciendo más y más insatisfacción.
Es por esta imposibilidad de conocer «qué hubiera pasado si…» por la que es muy fácil entrar en un círculo sin fin, que vaya agrandándose más y más hasta en punto, en muchas ocasiones, de llegar a desarrollar un síndrome de estrés postraumático, una desconfianza absoluta en el propio cuerpo y en los profesionales sanitarios, un recelo de la pareja que no comprende ese círculo que termina viendo como obsesivo…
Has dado un paso muy grande y muy valioso, te felicito por ello. Estas situaciones son demasiado frecuentes y sólo acabarán con profesionales más respetuosos y mujeres más informadas 🙂 felicidades, felicidades y felicidades!
Naiara Olague
Has descrito a la perfección cómo me sentía yo: perdida, con miedo, dándole vueltas a todo sin llegar a nada, rechazando mi hospital o incluso la segunda matrona, con rabia, pensando en lo poco valioso que era mi cuerpo como mujer… y sobre todo también cómo me veía el resto: «la loca de la cesárea», sin llegar nunca a entenderme del todo; porque lo veían como una obsesión, un trauma. Y seguramente lo ha sido, ha sido mi obsesión de estos casi dos años, pero una obsesión que ha surgido de la necesidad de saber y comprender, de poner ventanas donde había muros cerrados, de intentar cambiar, empezando por mi, los partos poco respetuosos. Mi lema de vida: be the change you want to see in the world, por lo que es imposible que me estuviera quieta, callada y sin darle vueltas. Con esto y con todo. Y la lucha sigue, pero mi ser está tranquilo.
Estoy segura, como dices, que con el paso del tiempo, aún valoraré y apreciaré más este paso y descubriré cosas nuevas y bonitas de esta etapa. Muchísimas gracias por tu comentario, creo que también va a ser muy valioso. Un abrazo!
Silvia
Enhorabuena Naiara por tu cierre del círculo!
Me he emocionado leyendote. El domingo tuve a mi segundo hijo. Fue un parto muy intenso y rápido. Y aún así alguien tuvo tiempo para hacerme sentir que prima la comodidad de alguno de los profesionales presentes que la de la madre.
Naiara Olague
Muchas gracias! Y enhorabuena a ti por este segundo parto e hijo! Felicidades! Pues sí, siempre tiene que haber alguien que diga algo… en fin, lucharemos por ese cambio. 🙂 un abrazo!
Myriam
Me ha emocionado mucho tu historia. Un beso Naiara
Naiara Olague
Muchas gracias Myriam. 🙂 Un abrazo!
saioa
Me has hecho emocionarme. Me alegro muchisimo de que hayas cerrado el circulo, y que te hayan sabido ayudar. No sabemos como vamos a reaccionar asta que nos pasa.
Naiara Olague
Gracias hermanica! 🙂 Un abrazo gordo!!
mAiTe
me has emocionado… eso de la loca de la cesaria nada. lo que yo no entiendo es mujeres con partos muy muy traumáticos y que no se planteen que ha pasado y/o por qué…información es poder aunque a veces se es mas feliz en la ignorancia. que le vamos hacer. zorionak por esa herida ya casi cicatrizada
Naiara Olague
triste, pero a veces así me he sentido e incluso me han hecho sentir… el tema es que si esas mujeres no saben que otra realidad es posible, no conocen nada, no se pueden plantear ninguna otra situación. Lo que han vivido por horrible que sea les parece normal. Mila esker, Maite!! 🙂 un abrazo
cositas chulas
Enhorabuena, me ha emocionado mucho leer tu post, precioso y dá qué pensar, genial que hayas cerrado el círculo. saludos
Naiara Olague
Sí!! Era algo muy necesario y que me alivió mucho! Gracias por leerlo!