Después de la universidad me fui a estudiar inglés a Londres a un pueblito cerca de Brighton, Lewes. Un pueblo muy bonito, con mucho encanto.
La verdad que fue una experiencia increíble, aprendí muchísimo inglés y conocí a gente de todas las nacionalidades. Como intentaba aprender muy rápido, evitaba pasar mucho rato con español@s y me relacionaba mucho con japoneses. E hice muy buena relación con Etsuko y Mako. Pese a que ha ido pasando el tiempo, ya han pasado más de cinco años, hemos seguido manteniendo la relación.
Cuando me casé, Mako que era como llamábamos a Mai Takahasi, me envió una postal preciosa, unos palillos con nuestros nombres grabados y un té fantástico. Y como no podría ser de otra manera, hace unos días me envió unos preciosos regalos para Maite. ¡Siempre tan atenta!
La verdad que no sólo las cosas de japón me maravillan sino cómo preparan todo, los detalles…
Y ¿qué había dentro de tanto paquete? Pues un precioso Samue y un calzado típico japonés junto con una postal preciosa. El Samue, es muy parecido al kimono, pero a diferencia de éste, no tiene tantas restricciones y no existen regalas de cuándo, dónde o cómo llevarlo. De ahí que se esté haciendo tan popular en Japón.
Las sandalias en versión mini son monísimas. Todavía le quedan grandes, así que las guadaremos para más adelante.
La postal del pez rojo, Tai asociada con la palabra japones Medetai, está asociado a eventos propicios o afortunados, como por ejemplo el nacimiento de Maite.
Interiro de la postal. Mako hasta se animo a escribirnos unas palabras en castellano. 🙂
Maite guapísima con el Samue. ¿No os parece?
Fijaos en el detalle del edredrón, ¡curioso que tenga motivos japoneses! Está claro que la conexión que tenemos con esa cultura es grande. A ver si cuando sea un poco más mayor nos vamos todos a Kyoto.
Aunque las fotos no son muy buenas se puede apreciar foto bien y ver el detallazo que tuvo Mako con todos. ¡Muchísimas gracias!
Estoy segura que a Nihonnipon le gusta saber que «La Mamá de Maite» también tienen relación con la cultura japonesa. A ver si se animan y nos cuentan alguna otra curiosidad sobre el Samue o las letras de la foto de arriba.