Cosas que me gustan Crianza

La vida te va a cambiar

persona mirando el horizonte

Seguro que si estás embaraza lo has oído mil veces. Y seguro también que si ya eres madre o padre, lo has dicho y pensado: la vida te cambia completamente. Pues sí, es verdad.

Cuando me la decían a mi estando embarazada me quedaba en plan: «ya ¿y? Es que quiero que cambie, por eso tengo un hij@, porque lo quiero en mi vida.»
Espero que se me entienda, no es quisiese que cambiara mi vida, no, sino que me parecía de lógica imperial que la vida te cambiase. ¿Cómo no iba a hacerlo? ¡Si voy a tener un hij@!

Ahora que he sido madre y que la vida me ha cambiado absolutamente, entiendo a que se referían. Entiendo que cuando me decían eso, se referían a que iba a dejar mi vida aun lado, para vivir la de mi hija y cuando digo vivirla, me refiero a hacer todo lo posible y lo mejor, según mi criterio, para que ella pudiese vivir. ¡Nos necesita para sobrevivir!

No es que te cambie la vida porque dejas de ducharte tranquila o de cortarte las uñas porque no tienes tiempo, no, la vida te cambia porque te cambian las prioridades. También sé que te cambiará la vida en función de cómo seas, a mi me ha cambiado radicalmente. Y yo no he reaccionado cómo pensaba que iba a reaccionar.

Tus prioridades cambian, porque tu hija, como es mi caso, es lo primero. Prefieres no salir y estar con ella, te preocupas de que todo esté bien, para que ella esté bien. Prefieres dejar de ir a bailar o hacer lo que te gusta, porque no quieres dejar de pasar ese ratico a la tarde después de la siesta. Crees que lo que tu haces es lo mejor, frente al resto, incluso tu pareja, porque tú como madre, le entiendes y comprendes mejor.

Se desarrollan mucho más todos tus sentidos y sientes que tienes superpoderes. Eres capaz de no dormir y seguir haciendo una vida normal con una sonrisa. Y todo por ella. Esa personita que sólo con mirarte te llena de luz y alegría un día gris.

Tu pareja ya no es tan importante como antes, sabes que estará ahí porque siempre ha estado y hasta te despreocupas de él.Tu hija es lo primero, porque te necesita, tus pechos le alimentan, tus brazos le ayudan a dormir, tu respiración le serena… no es una tontería, es la realidad. Te necesita y tú a ella, pero su necesidad en los primeros meses de vida es vital, de suma importancia. Tu cuerpo se transforma para ella. Y por eso, puede que durante tu primer año como madre, su primer año de vida, tú no estés, no seas la de siempre, seas pero no seas la de siempre. Estarás pero ausente, te verán, y tú verás pero no mirarás, estarás al 60% porque tu 200% está con tu hija.

Y no pasa nada. Es la naturaleza de la mujer que es madre. Según seas cambiarás. más o menos. Y cuando digo cambiar no es que seas otra persona, sólo que ese instinto, esa naturaleza madre que tenías dentro de ti, dormida, se ha despertado y ha aflorado para cuidarla, para ella.

Seas como seas, reacciones como reacciones, siempre lo harás bien. Si te preocupas mucho no te agobies, no pasa nada. Si no te preocupas tanto, tranquila, no hace falta que seas como otras pueden ser. Lo más importante, sé tu misma, disfruta, disfruta porque la vida vuela y con una princesita al lado tuya, vuela mucho más. Y no hay vuelta atrás. Vendrán otros tiempos, quizá mejores, pero estos ya no. Sé feliz y ella lo será aún más.

Y por mucho que te diga yo o otras mamás que la vida cambia, hasta que te cambie no lo vas a saber. Hasta que no lo vivas en tus propias carnes, no vas a saber de qué te hablo. Luego ya me contarás. 😉

Suerte en este viaje que empieza y no acaba.

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