Ayer una muy buena amiga, a la que quiero mucho, me lo dijo, me dijo «que era una histérica de mi hija». Y creo que me definió a la perfección. Más allá de que esa frase me pudiera sentar mal o no entenderla, cosa que no sucedió, me hizo ver la luz. A veces, hay que decir las cosas en voz alta. O que te las digan.
Si miras la palabra histeria en la RAE, hace referencia a una enfermedad, pero por suerte, esta definición no hace referencia a mi. Yo con mi enfermedad de Lyme ya estoy completita. 🙂 Hay que seguir leyendo e ir a la definición de «actos irracionales», para saber a qué me refiero. Esa soy yo. A veces no me comporto de manera racional con mi hija. No lo hago. Y me aferro a ello, a esa relación, con uñas y dientes.
He sentido a mi hija como mi salvavidas cuando mi vida se derrumbó. Y desde entonces, con mayor intensidad y por suerte, hace años ya menos, me he ido apoyando en ella. En mi pequeña niña. Otorgándole una responsabilidad y un peso que no puede soportar y por supuesto, no merece. No es una persona adulta y a veces, la trato como si lo fuera. Le hago sujetarme la mano, darme apoyo y entender cada una de mis lágrimas. ¡Cuánta carga te pongo Txikitina!
Llevo tiempo siendo consciente, pero sé que los pasos los doy cortos y despacio; me cuesta salir de esa zona de confort. Tú eres mi zona de confort, contigo pienso que nada malo me pasará. Que contigo, si te tengo bien cerquita de mi, no te perderé.
¿Pero sabes una cosa, hija mía? Las madres, si hacen medianamente bien las cosas, no pierden a sus hijxs. Nunca. Jamás.
Llevo semanas pensando sobre lo que ya tenía planificado, lo que esperaba de mi vida. ¿Lo quiero ahora porque era lo que tenía pensando? ¿O lo quiero de verdad? Esta buena amiga me dijo, que las decisiones así, se saben escuchando al cuerpo. La mente siempre miente, eso lo sé bien. Así que me aconsejó relajarme y cuando estuviera totalmente relajada hacerme la pregunta. Así, escuchando a mi cuerpo, sabré lo que realmente quiero.
Una de las muchas preguntas que me rondan en la cabeza es el tema de tener hijxs. Siempre he querido tener muchos hijxs, siempre he querido ser madre. Me encantan los niñxs, siempre me han encantado y cuando estoy con ellos (por ejemplo con mis sobrinxs ahora) siento una alegría y una sensación de bienestar enorme dentro de mi. Siempre había entendido esa sensación como la necesidad de ser madre, pero ahora me planteo si realmente quiero ser madre biológica o disfrutar de niñxs de otra manera (voluntariado, acogida, etc.)
Ya sabéis que para mi el postparto fue muy duro, sobre todo a nivel emocional y que desde el nacimiento de mi hija, se inició un viaje infernal hasta mi separación y posterior divorcio casi dos años después. Esos dos años, fueron terribles para mi, y mi corazón roto no me dejó disfrutar de mi hija como ambas nos merecíamos (pese a estar todo el día juntas). Y eso lo tengo clavado en mi interior. Es un dolor horrible, sentir que no estuve como ella merecía y yo quería…. es una carga que a lo largo de todos estos años, he ido soportando y transformándola. Sé que ahí surgen mis actos de irracionalidad con mi hija, mi necesidad imperiosa de no soltarla. Y pienso también, que si es por esos dos años de dolor y no disfrute cómo yo tenía en mente que quería que fuera (otra clave), si es el motivo por el que quiero tener hijxs.
Estuve confinada por ser contacto estrecho de un positivo de Covid (había que dejarlo en el blog) (por suerte los dos test fueron negativos) pero en ese encierro y aislamiento, entre otras muchas cosas y pensamientos, empecé a ver la serie This is us (Amazon Prime). Ahora, como ya casi no tengo tiempo, la veo muy muy despacio, pero es una serie que os recomiendo fervientemente. A mi me está encantando, además de acompañarme en todas estas reflexiones que llevo haciendo semanas porque tratan muchos temas familiares y de pareja. Eso sí, preparad el pañuelo.
En uno de los últimos capítulos, el hermano gemelo, decía algo así: llevamos mucho tiempo con lo de papá dentro. Es aire retenido, respiraciones retenidas que llevamos dejando ahí, en el pecho, durante años. Y yo llevo haciendo lo mismo 8 años con mi hija. Y hoy ha llegado el día de soltar, de respirar profundo y soltar todos esos sentimientos y emociones que he ido acumulando y pudriendo en mi interior.
Nos libero, sin dejar de amarte.
Sé que contigo no tengo que ganar nada. Ya te tengo y lo que es más importante, tú me tienes para toda la vida.
P.D. : Hace 7 años y 7 meses que abrí este blog. Y en los últimos años no me hubiera atrevido a publicar un título a sí, pero ahora ya, me siento totalmente libre, sin miedo a que me hagan daño.
The Hell.
The End.
P.D.: Photo by Olia Gozha on Unsplash
P.D.: Ser una histérica de ti, es amarte sin control. Rebosante de amor verdadero, hija mia.