Día a día Tras la separación

Carta de amor (3)

 

vistas desde ventanaCuando leo dejo de pensar en ti, pero solo un segundo y vuelves a mi.

Llevo mucho tiempo de tus ausencias y no me repongo.
Oigo los pájaros con fondo de montañas nevadas y solo quiero ver tu carita redonda aquí, a mi lado.

No dejo de llorar, por seguir llorando, y quiero dejar de llorar dos veces.

Echarte de menos es inevitable, y darle la vuelta a la tortilla es lo único que me queda. Lamentarme, no va hacer que nada cambie. Ojalá lo hiciera!

Sacar fuerzas, a veces, pese a todo el tiempo que ya llevo recorrido, me cuesta. A veces más, y otras veces mucho más.
Solo quiero estar contigo. Sentirte, reírte. Sé que yo soy la única culpable, y que tú, bastante tienes con ir de un lado para otro. Solo por todo el mal que te he podido hacer, no debería ni llorar tu ausencia, solo reponerme para esperar a que llegue el próximo día. Pero te soy sincera, cuando no estas, falto yo. 

Y te necesito, porque es natural, hay separaciones que jamás deberían existir, las palabras que definen la separación entre una madre y una hija, no deberían existir. Porque jamás se debería dar esa situación.

Da igual que sea un día, tres o doce horas, tu ausencia es dolorosa. Y siento que lo será para toda mi vida.

Es tan maravilloso haberte tenido, ¿Qué sabes?, Aún cuando no estas, volvería a tenerte igual y en las mismas circunstancias, porque te amo como eres, como dejas de ser y como soy yo contigo. Mi yo contigo es mi verdadero yo. Mi yo contigo, eres tú.

Por todo lo que siento y no puedo expresar, te escribo esta tu/nuestra tercera carta de amor, porque lo que siento por ti es amor, amor verdadero.

Deja un comentario