Tras la separación

Reflexiones en voz alta

rosas rojas

Cuando el que creías que era el amor de tu vida, te rompe el corazón en mil pezados y te desgarra el alma, es difícil quitarse los miedos.

Cuando el que fue el amor de tu vida hasta una fecha concreta, te mata por dentro, es difícil volver a dejarse llevar.

Muchos días lo consigues, muchos días, das tu vida por tu nueva vida, tu nuevo amor, esa que sientes como alma gemela. Pero hay días en los que te caes y sientes miedo. Hay días en los que todo se vuelve gris, gris claro, pero lo sientes como negro. Solo son unos pocos días, pero esos días, todos los miedos, y la sensación de abandono afloran en ti. No quieres escuchar, pero en un momento de tu antigua vida, fueron momentos tan duros, que por mucho que le digas a tu cabeza que pare, tu corazón por precaución, se encoge y haces estupideces. Estupideces grandes, acciones sin sentido, chiquilleces.

No quieres hacerlo, pero tienes miedo y quieres huir. El tigre de la amargura te persigue y quieres subirte al árbol más alto del mundo. Quieres salvarte. Pero solo son dos días, unos pocos días, de toda esta nueva vida. Pero el miedo, es tan jodido, que a veces un pequeño grano de arroz, termina siendo una bola de fuego. Una bola que te vuelve a quemar el alma y te hace llorar.

Piensas que estas sano y te vuelve a pasar. Piensas que estás libre de miedos y te vuelves a meter debajo de la cama temblando. Y te das cuenta de que por mucho que te resistas, todavía no está todo ganado y no te queda otra que mantener la calma, respirar y seguir luchando contra esa batalla que ya casi tienes ganada pero que todavía a veces duele. Y no duele el desamor, duele el sufrimiento que sentiste, la sensación de abandono, de valer una mierda, de sentir que vuelves a estar sola. Sola, sola.

Pero te vuelves a parar, debes hacerlo. Sabes que eso no es así, no del todo. Tu corazón empezó a brillar y lo seguirá haciendo, porque ya has recorrido mucho de este camino y ya no hay vuelta atrás, no quieres volver atrás. Quieres seguir caminando, erguida y lo vas a conseguir. ¿Te volverás a caer? Seguro que sí. Con temas de amor y con otros muchos, porque la vida es así de jodida. Pero conseguiste levantarte una vez, la primera y la peor, así que ahora lo conseguirás. Yo estoy segura de ti, tú también debes estarlo.

¿Miedo? El miedo existe, pero tienes otras muchas cosas que lo superan. Esa mirada, esa mano grande, esa carcajada con una copa de vino, esos planes futuros y los ya pasados, esos besos. Tu todo, tu nuevo yo. Tu nueva sonrisa.

La felicidad llamará a tu puerta, estés preparada o menos preparada. Solo tienes que dejarte guiar por tu corazón. Escúchale y siente, siente con los ojos cerrados. No tengas miedo a tener miedo, porque es algo que es inevitable. Cuanto más adulta y más hayas vivido, más miedos tendrás. Solo tienes que tener la capacidad de hacerles frente, con fuerza, con llanto o con lo que tengas más a mano.

¿Y sabes qué? Estás viva, viva de amor, y eso es un privilegio. Disfrútalo hoy, no pienses en el mañana. Disfruta, saboréalo.

Lucha por ti. Lucha por tu felicidad. Lucha por tu paz interna. Lucha y no dejarás de ganar.

P.D.: Yo todavía a vez tengo miedo, aunque sean los menos momentos. Pero a mi siempre me viene bien hablarlo y contarlo. Si lo necesitáis estoy aquí.

2 Comentarios

  • Erkuden

    Ze ausarta zaren! Ez da erraza gauza guzti hauek kanporatzea, eta hare gutxiago mundu osoari zure bihotza irekitzea…aupa Naiara! Animo potxoli!

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    • Naiara Olague

      Mila esker! baina beno, ideia ni ondo sentitzea da gauzak ateratzen ditudanean eta beste pertsonak laguntzea da, ze badakit momentu latzak direla. Modu berekoia batean egiten dut lehenego, idatzi behar dudalako eta gero besteengan pentsatzen dut, seguru baitnago holako gauzak batzutan behar direlako entzun. Besarkada bat!

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