He titulado así el post, pero también podría haber sido amor puro, incondicional… Hasta que no lo vives no lo puedes saber, es indescriptible, único, incomparable…
Me acuerdo, hace años cuando hablaba del Amor con una amiga, del amor de las parejas/maridos y del de los hij@s. Ella decía que el de los hij@s era mejor, yo decía y digo que son incomparables y que no sabría cuál elegir. Si ahora me volviesen a pregunta con cuál me quedaría, estaría en la misma situación, pero después de ser madre, y en el caso de tener que elegir, sólo si tuviera que elegir por ser el fin del mundo 😉 , me quedaría con el amor de los hij@s. Está mal que lo diga, por la parte que le toca a mi marido y por la mía, porque sinceramente, es una elección egoísta por mi parte. El amor que me brinda Maite es especial, me querrá siempre, en cualquier circunstancia (¡hasta con las tetas arrugadas!) y siempre estará a mi (muy mal lo tengo que hacer para que ésto no sea así) y en cambio el amor de una pareja, aunque también deseas y pongas todo tu empeño en que sea igual de especial e infinito que el de un hij@, puede que no lo sea.
Que está mal que lo diga en alto, que no tendría que elegir, pues sí, pero ayer reflexioné sobre ello y quería ponerle palabras y compartirlo. Es una situación irreal, sí, pero tengo la decisión clara. Hace unos años jamás, pensé que habría algo por lo que «cambiaría» el amor de mi pareja…. Como son las cosas, la vida.
Y qué bonito es que le lances una sonrisa y que te sonría, que le hagas una tontería y que se ría, que le mires y te devuelva una mirada llena de brillo…. Aixxx…. 🙂
Y para acabar, ahora entiendo cuando mi madre me dice, aprovecha que a los 12 años ya no te necesitan tanto y es muy duro… No me extraña!!! Tiene que ser muy muy duro… Pobre madre mía, pobre de mí dentro de unos años….