Planes de Finde

Ireber un monte de 1208 metros muy especial

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Nueva sección: por ellas, por nosotros

 

Aquí estoy un domingo más escribiendo con la bata para frioleras que está de forma perpetua en mi silla del ordenador, dispuesta a contaros el plan que hemos hecho hoy. Stop. Que sepáis, que habíamos apostado en casa por la final del 4 y medio de pelota y ¡He ganado una cena en el Picnic! ¡Aupa Ezkurdia! El Picnic por si no lo conocéis es un bar de la calle San Nicolás que nos encanta. Stop. Bueno, centrándonos en el plan de hoy: hemos ido al monte Ireber.

Ireber es un monte de Navarra situado cerca del pueblo de Arrarats. Es un monte fácil y muy bonito, que permite disfrutar de un paisaje increíble y que además, no es muy conocido. Tiene 1.208 metros, así que si os animáis a realizar el plan, puede ser vuestro primer monte con cierta altura.

Para nosotros Ireber es especial. En primer lugar, porque es el nombre de la hija de Gorka (la inspiración les llegó por este monte) y en segundo lugar, porque es un monte al que hemos ido en varias ocasiones y no siempre hemos podido hacer cima: lluvias torrenciales, peque que llora desde la mochila… Así que es un monte recurrente cuando queremos salir cerca de casa. Hicimos cima juntos en 2016 y hoy hemos vuelto a repetir.

Pese a que daban mal tiempo, nos hemos levantado pronto con la idea de hacer alguna actividad al aire libre fuera cual fuera el tiempo. Pero a las 8 de la mañana llovía a mares. Nos lo hemos tomado con calma, para ver si con nuestra lentitud, la lluvia amainaba y finalmente nos hemos decidido; eso sí, no sin antes preparar un mochilón con ropa de recambio (importantísimo siempre llevar otro par de calcetines) y otra mochila para llevarla al monte con paraguas, comida, zapatillas con Goretex y botas de monte. Estábamos dispuestos a disfrutar de nuestro domingo en la naturaleza y nos daba igual si llovía o no.

A raíz de una conversación de ayer a la noche, he decido llenar un bolsa entera de música de los 90 que ninguno de los dos, hoy por hoy, escucharía: Britney Spears, Mariah Carey, Christina Aguilera…. ¡Y nos los hemos pasado bomba en el coche! Oooops, I did´t it again…I played with your heart, got lost in the game…. 😂

Para ir a Ireber hay que ir a Basaburua, a unos 34 kilómetros de Pamplona. Nosotros siempre accedemos a Ireber desde Arrarats, pero hay varias vías de acceso. Desde Pamplona en coche, está a unos 45 minutos. El pueblo es muy bonito, así que os recomendamos que deis un paseo antes de hacer cima (es pequeño, no os llevará más que unos minutos).

Detalle de huerta de una casa cerca de la iglesia

 

Lo mejor es aparcar donde la iglesia ya que el camino de acceso está justo ahí. Pese a que es monte sencillo, nada más poner un pie en la pista que lleva hasta la cima es todo cuesta arriba. Por ese motivo, es un recorrido no recomendado para peques (nosotros lo tenemos reservado para cuando sean un poco más mayores). La primera parte del camino, hasta la campa de Otxola, transcurre por una pista asfaltada, lo que permitiría si sois muy forzudxs, llevar una silleta.
No hay perdida. Pese a que veréis en un par de ocasiones algún camino hacia la derecha, hay que seguir todo recto y disfrutar del paisaje que es abrumador. Ya os he dicho en más de una ocasión que soy fan del otoño. ¡Es que los colores son espectaculares!

Nada más empezar la caminata un perro negro con el hocico blanco se ha acercado a nosotros. Sin ladrarnos y casi ni olisquearnos. Nos ha mirado, le hemos parecido interesantes y se ha quedado a nuestro lado. Y como era de esperar, Ireber  nos ha sorprendido un día más, en esta ocasión siendo uno más en la familia: Gorka, Naiara e Ikatz. Hemos decido llamarle así. Yo que no he tenido nunca perro y desconozco todo sobre ellos, me alucinaba que estuviera al lado nuestra todo el rato, sin decir ni mú, que se parara cuando yo me paraba a hacer fotos y que nos mirara cuando le hablábamos de nuestras hijas. Ha sido muy especial.

Por la pista de ascenso con Ikatz

 

El camino hasta la cima y volver son unas 3 horas. La campa de Otxola son un pequeño respiro llano después de la cuesta arriba asfaltada antes de seguir ascendiendo. Es una zona muy bonita, con un pequeño riachuelo y árboles bajos. Una vez en la campa hay una señal que indica varios caminos, nosotros cogeremos el de dirección Iontza o Lekunberri, siempre siguiendo las líneas blancas y rojas.

Campa de Otxola

 

Como el tiempo hoy no nos acompañaba mucho hemos tenido que sacar los paraguas ¡En el monte y con paraguas! La verdad que ha sido hasta divertido. Para salir de la campa hay que cruzar una valla y después volver a empezar a ascender dirección a un collado. Llegaremos después de estar andando entre árboles durante un buen rato. Y siempre me encanta recordad y más en un día lluvioso como el de hoy, el refrán que le enseñé a Maite una vez que también nos pillo una buena lluvia subiendo a Zilbeti: «Quien de bajo de árbol se posa dos veces se moja». Podéis animar a vuestrxs hijxs a memorizar el refrán y así y os entretendréis y habréis ganado un rato sin quejas. Tras la arboleda, un collado y a la vista, dos cimas pequeñas: Ireber (1.208 m) y Ernaitzu (1.203 m). Hay muchos montañerxs que incluso hacen una cima y después la otra, así que si os animáis ya sabéis, puede ser un dos por uno muy gratificante.

La cima de Ireber es un poco rocosa, no llegando a ser una peña. Al igual que en otras cimas, encontraréis un buzón y una especie de cohete. Por si os interesa (también puede ser una historieta a contar), la costumbre de poner un buzón en la cima surgió en el País Vasco a raíz de un club de montaña que quiso hacer un campeonato de «Los Cien Montes». Dicen también, que el primero data de 1939 y que está en Burutza (Guipúzcoa). Os animo a que los abráis y leáis lo que hay en cada uno, encontraréis mensajes realmente curiosos (Yo una vez, en la cima de Ekaitza (un monte del círculo de Arantza) leí que una montañera había puesto que sus películas favoritas por siempre jamás serían las de Crepúsculo). ¿Singular, no os parece?

Nuestra cima en julio de 2016

 

Las bajadas siempre son fáciles, pero puede que vuestrxs hijxs estén cansados por lo que os damos otro recurso para disfrutar bajando. ¿Quién lo sabe hacer? Fijaos cómo lo hacen vuestros peques con sus piernas más cortas 😍 ¡Qué risas!

 

Y como ya os dije en el primer plan en pareja que hicimos, después de sudar y cansarnos nos gusta comer bien. Hoy como a las 8:00 AM ya estábamos en pie y empezando a caminar antes de las 10.30, teníamos tiempo para comer donde más nos apeteciera. Dudábamos entre volver a Pamplona o comer en el Restaurante Orgi que está en la Ulzama. Si no lo conocéis se come realmente bien y os recomiendo el postre «El bosque de Orgi», que además de rico, es realmente bonita su elaboración.
Finalmente hemos decido volver a Pamplona para secarnos de la lluvia y ducharnos. Nos apetecía comer en un sitio nuevo y nos hemos decantado por El Búho restaurante Sky de Pamplona, que está situado en la parte de arriba del ascensor de Descalzos. Un sitio muy acogedor con una carta realmente buena. Eso sí, el camarero de nuestra mesa con cierta prisa para servirnos. ¡Un saludo Colin McRae! 😉

Detalles del Restaurante El Búcho

 

Si coméis en Pamplona y el tiempo acompaña, podéis bajar con el ascensor y compraros unas castañas, ya que justo hay un castañero en la puerta. La zona del Paseo Arga por la parte de la Rotxapea es un bonito lugar para andar un poco más y terminar el domingo.

Sin duda Ireber para nosotros es un lugar especial, que siempre nos ha sorprendido y al que iremos de forma recurrente. ¡Os lo recomendamos!

2 Comentarios

  • Ireber

    Me ha encantado el post! Me llamo Ireber y hace 5 años subi a Ireber por primera vez… Me encantó 🥰 y fue muy especial para mí. Me hizo mucha ilusion. Tengo muchas ganas de volver. Ojalá pronto… Vivo en la Rioja y de momento no nos dejan pasar a Navarra…. Pero en cuanto abran allá que voy

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    • Naiara Olague

      Ireber! Perdona que no me había saltado tu comentario. ¡Qué ilusión saber que te llamas así y que has estado en el monte! Y que te haya gustado el post, claro. Ahora que ya podemos movernos a ver si puedes volver a disfrutarlo. Sin duda es un monte muy especial para ambas. 🙂

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