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Palitos del Mercadona

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Ya os lo conté aquí: los palitos del mercado nos han cambiado la vida.

Maite nunca ha sido de comer mucho y mucho menos entre horas, pero la cosa cambió después de llevarle al homeópata de Burlada, Dr. María Fernanda, que os la recomiendo absolutamente. Dejó de vomitar a todas horas (sí, parece ser que eso que dicen los médicos de: «es que hay niñ@s que vomitan», tiene un por qué y es tratable) y empezó a comer y disfrutar de las comidas. Esto último casi es lo que más me preocupaba, ya que tener que comer y encima con mala gana, no agrada a nadie; ni a ella ni a nosotros.

Total, que después de superar esta época (parece que no, pero todo lo malo se pasa), empezó a demandar comida entre el desayuno y la comida y sobre todo después de merendar. Como alguna vez ya le habíamos dado galletas, seguíamos con la misma tónica: le ofrecíamos «mi primera galleta» que es la que más le gusta, las galletas de letras, un intento fallido, pese a maravillarse con el abecedario y los gusanitosde queso y zanahoría que esto sí que le encanta y todo de la marca Hero Baby.
Pero un día, viendo que demandana pan, pan y pan, le dimos un palito, como un colín, de la Taberna. Y se lo comió súper agusto; pero era demasiado grande y poco manejable. Así que probamos con unos palitos del Eroski, ¡y cómo se los comía!

Aunque somos asiduos al Eroski, como el Mercadona lo tenemos cerca de casa, una de esas tardes interminables de compra, compramos una bolsa de palitos del Mercadona: picos. Y probamos. Y le gustaron aún más. Así, que sustituímos todas las bolsas de galletas de la silleta, casa de mi madre y de mi suegra por bolsas de palitos.

¿Qué cuánto cuestan? No llegan ni a un euro y el disfrute de Maite con ellos son merecedores de una estrella Michelín.

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